En las escuelas de Chiriquí, La Pita, Chorcha Abajo y Veladero hemos estado presentes con un acompañamiento cercano y solidario, apoyando a las comunidades educativas en los trámites del FECE, para que los recursos lleguen donde más se necesitan y se conviertan en bienestar para los estudiantes.
El FECE permite atender necesidades reales:
Reparaciones de infraestructura básica como baños y pintura.
Compra de insumos para el comedor escolar.
Proyectos que fortalezcan el aprendizaje y la seguridad, como la creación de huertos.
En la escuela de Chiriquí, estos recursos ya florecen en logros visibles: aulas pintadas, un huerto donde los niños cosechan sus propios alimentos, un comedor abastecido y un nuevo sanitario que mejora la dignidad de todos.
Lo más valioso es que cada paso se realiza con la verificación y acompañamiento de la propia comunidad educativa: directores, docentes y padres de familia que dan fe de que los recursos se utilizan de manera transparente y en beneficio de sus hijos.
Porque el acompañamiento es caminar de la mano, abrir caminos y sembrar esperanza.





